domingo, 30 de agosto de 2009

Gustavo Cerati


Hoy sale su quinto disco solista, "Fuerza natural". Locuaz y frontal, cuenta la verdad de la pelea de Soda Stereo, se mete con la tensión mediática de los Redondos, habla de la rehabilitación de Charly García y opina fuerte sobre el fallo de la causa Cromañón. Y dice cómo se siente a los 50 años. **************************************
Puedo equivocarme / tengo todo por delante / Nunca me sentí tan bien. La primera frase del primer tema del disco que sale hoy marca el estado de ánimo de Gustavo Cerati. En esta imprevista primavera cero de agosto, en su estudio enclavado entre la arboleda de Florida, con su amabilidad desmiente el karma que lo persigue desde siempre, esa mochila de estrella pop gélida, soberbia y distante. Se entrega a la charla con entusiasmo. Fuma rubios, toma Coca Cola, se muestra alternativamente autocrítico, afable, cruel, altanero y contradictorio. Tiene en sus manos Fuerza natural, el disco que va a perforar corazones y tímpanos esta temporada Primavera-Verano: fresco, zigzagueante, adhesivo, menos rockero que Ahí vamos (su disco solista anterior, previo al regreso de Soda Stereo de 2007) y con muchísimas canciones que laten como hits potenciales. "Tiene una ruptura respecto de Ahí vamos. Es más simple y sonoramente lo siento como un compendio de todo lo que hice. Lo compuse en un tiempo corto: en dos meses, septiembre y octubre del año pasado".

¿Cuál fue la idea del disco, la idea de la concepción del disco?

Lo concebí y lo pensé como álbum. Por eso también va a haber una edición en vinilo. Es muy loco: en los '80 añoraba los discos simples de los años dorados del rock; ahora que volvió el single -en otro formato- no me interesan más, me interesa la cosa más completa. Es además un disco de viaje, de carretera. Más solitario que Ahí vamos, más celebratorio y asimismo con una alta dosis de alarma ante los fenómenos naturales. Se iba a llamar Viento, al final quedó Fuerza natural. No tiene un mensaje ecológico, pero habla justamente de las fuerzas naturales internas y externas, las invisibles y las cotidianas. También tiene mucho campo, mucha pampa. Gran parte de la lírica la escribí en una chacra que tengo en José Ignacio, Uruguay. Es como un compendio de mi carrera, pero expansivo; no es una suma de clichés, pero están.

¿No es un gesto retro lo del vinilo?

Puede ser. Hay cambios. ¡Acabo de cumplir 50 años! No tengo la pretensión de hacer algo nuevo, aunque cuando miro alrededor me parece que sigo proponiendo cosas. Además, bueno, no puedo escapar de mis propios límites. Ya no defiendo el lugar de la vanguardia. Sí me interesa el sonido: me preocupo por el sonido, aunque sé que muchísima de mi música cada vez se consume más por celulares. Es lamentable. Yo igual ofrezco lo mejor que puedo a nivel sonoro. Por eso lo saco en vinilo, aunque lo compren cuatro gatos locos. Separado de la actriz Leonora Balcarce, con su hijo Benito cada vez más presente en su vida y en su música (tiene 15 años y una banda de rock, ya había colaborado en Ahí vamos y ahora participó en la composición de tres temas: Fuerza natural, Desastre y Rapto), Cerati dice que no es un artista "de tiempo completo". "No, puedo hacer otras cosas. Y cada vez ando más solitario, más bucólico". Escudriñando las letras del disco, sorprende la cantidad de referencias a los regresos, a la tensión entre el pasado y el futuro. ¿Habla de Soda Stereo? ¿De la infancia? ¿O es cierto lo que se dice, que volvió con Deborah De Corral? Se ríe: "No, para nada volví con Deborah. Somos amigos, y disfrutamos haber tenido una relación y seguir siendo amigos".

A Soda le dedicaste unas estrofas...

No, no, para nada. Si hay algo que quedó en el pasado es Soda. Mis letras no suelen hacer referencia a nada. Yo creo que la canción es artificio. No sólo lo creo, sino que defiendo a muerte esa idea estética. Okey, si un psicólogo pone la lupa seguro salen cosas. Es más: leí libros de psicología y te puedo asegurar que tengo todas las patologías. En mayor o menor medidas, todas. Pero eso es otra cosa. Para mí ser artista es una actuación, es mentir, es jugar a la fantasía. Hay gente que necesita jugar al noticiero, todo bien. Yo no: entre Aristóteles y Platón, me quedo con Platón.


Está raro el rock... El Indio y Skay se pelean por los medios, Charly se quiere casar... ¿Qué opinás de lo de los Redondos?

El caso de los Redonditos no lo conozco bien, supongo que las cosas no habrán terminado de la mejor manera; y cuando las cosas no se hablan en su momento, después explotan. Lo que pasó con Soda Stereo fue igual: no nos hablamos entre nosotros y un día explotó todo...


¿Qué pasó realmente?

Las cosas venían mal. Al final me propusieron hacer un show de despedida y yo lo vi como una locura, me negué hasta que terminé aceptando la situación. Fue la despedida de River, de 1997. Iba en contra de mis princpios, aunque no sé si hablar de principios. Yo no sabía cómo se separaban los grupos

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